viernes, 31 de agosto de 2012

... De la vida.

Eres tan cobarde que ya ni me interesa.

miércoles, 29 de agosto de 2012

... Curiosidades.

No culpo a tu dificultad para decir "Lo siento", aunque no puedo negar que me molesto contigo cada vez que ella interfiere.

Hoy me ha dolido más el rechazo,
justamente porque vino de quien menos lo esperaba.

lunes, 27 de agosto de 2012

Me declaro culpable.

    La culpa se empeña en llegar a mí y afectar lo que hago, y yo quiero decirle: ¡Vete de aquí! ¡Vete bien lejos! Aún no me hagas sentir culpable por mis actos, aún no.
    Dame un mes, una semana, Dios sabe cuánto tiempo es necesario hasta que llegue la hora de despertar de mi sueño profundo. Sin dudas llegará ese instante en que mi ilusión, bravía, llena de coraje, tenga que sucumbir ante la realidad. Realidad que trae consigo culpa. Culpa que trae consigo un adiós.
    Por ahora, pretendo lo que un codicioso pretende. Aspiro vivir la más auténtica felicidad. Luego me molestaré con el daño que he hecho a los demás.
    ¿Debería yo de sentirme culpable aún y cuando gozo de la más exquisita felicidad? ¿Debería seguir siendo tan egoísta?
    No vuelvas. Una vez que te hayas ido, no vuelvas, culpa... y si es tu intención volver: ¡Vete de aquí! ¡Déjame ser feliz!

... aún y cuando mi felicidad sea toda una mentira.

sábado, 25 de agosto de 2012

... De la vida.

Estas ganas de ganar, equivalen a ganancia.

Estas ganas de perder, equivalen  a pérdida.

Estas ganas de mandarte bien lejos
Equivalen a no poder hacerlo.

... De la vida.

Ya no me pregunto sobre el primer beso...


... Ahora sólo me pregunto, ¿y el quinto, para cuándo?

... De la vida.

... y es que me siento deseada y a las mujeres nos gusta eso.

Ataca, madrugada.

Ahora viene el silencio de la madrugada.
Pensante madrugada, ¡cómo me atacas!
En mi cabeza van girando miles de pensamientos
y miles de suspiros en mi alma van creándose.

¡Ataca! Es tu hora
la hora exacta de la madrugada
mientras busco el sueño 
mientras él huye entre mis dedos
mientras se deshace en mi pecho
y por un segundo, uno diminuto,
me impulsa y abro los ojos.

Lo que veo es la más asfixiante oscuridad
la cabeza más colapsada
tanto el frío como el calor, ambos los más insoportables
... y de nuevo me atacas.

¡Ataca, madrugada!
Mientras aún existes
Mientras te extingues
Mientras no existe la fragancia de la soleada mañana
Ataca y róbame ese delicado gozo
ese pasajero misterio.

... mátame rápido con tu ataque certero, 
oscura madrugada.

domingo, 19 de agosto de 2012

Se me antoja tu mirada.

   

   En tus ojos veo grises y verdes, tempestades y días soleados. Allí, de manera casual, siempre encuentro respuesta a todo, sin preguntas, sin formalidades, sólo el ansia de encontrar tus pupilas, transparentes miradas eternas que me llenan el alma. Si tú supieras el poder que tu mirada tiene sobre mí, ya no valdría la pena luchar, sería en vano, todo mi cuerpo, todos mis sentimientos, hasta las acciones y mis propios sueños, todo pasaría a pertenecerle a tu mirada y a sus antojos. 
   ¡Ay! Pobre de mí si a tu mirada se le antoja desgarrarme el corazón, mentirme, ocultar cosas.
   ¡Ay! Pobre de mí, pobre de mi cuerpo si en él clavas la estaca de la traición.
  ¿Dejaría yo de soñarte siempre despierta? ¿Dejaría yo de soñarte cada vez que se me da la oportunidad? ¿Dejaría mi cuerpo de emitir gritos silenciosos al espíritu tuyo para ver si de reojo lanzas una mirada para mí, que estoy sedienta de ella?
  En tus ojos encuentro caminos insospechados, ríos, lagos, mares, océanos, castillos flotantes. En tus ojos encuentro picardía, malicia, la simpleza de gestos, el brillo de lo impensable. En tus ojos encuentro mil historias que no has contado, todas ellas sin finales, escritas por ángeles, sobre papel rutilante.
   ¡Ay! Si tú supieras el daño que me hace no mirarte, en las noches extrañarte, lentamente muriendo en mi habitación, recordando el sonido, la imagen, el minuto exacto en el que decides, con tanta ternura y sin darle mucha importancia, regalarme una mirada de esas, tan tuyas, que me colman de antojos y a punta de antojos me van acabando...

... ¿sabes qué? 
De hecho se me viene antojando hace ya unos minutos tu deliciosa mirada.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Amor fraternal.

       Hay de todo entre nosotras: Peleas, disculpas forzadas, miradas que dicen todo, risas que nadie entiende, uno que otro juego que inventamos en nuestra infancia y el hecho de que somos muy complicadas.
       Cada una es tan singular, resulta que me he dado cuenta de cuánta es la diferencia si sólo somos dos y no las tres, lo he visto y, como siempre, lo hemos comentado, quizá en la cocina cuando, después de comer, nos quedamos hablando por horas o talvez en plena madrugada, cuando ya estamos listas para dormir y no hacemos más que crear una larga plática, esa que se repite al menos cinco veces al año y siempre cuenta lo mismo: La escuela, cuando estudiábamos juntas y cada quien estaba en su grupo, siempre recordamos cómo comíamos en el suelo y aquella vez que nos tocó cantar... Ustedes saben. También hablamos de nuestra familia, de hombres, de nuestros sueños, de las dificultades que hemos atravesado juntas.
         Hemos hecho todo juntas, pero tenemos esa mala costumbre de decir que veremos una película y hemos terminado viéndola tres semanas después. Somos tan diferentes, pero hay algo en que de verdad me parezco a la del medio, y es que siempre competimos entre las dos, siempre lloramos en las películas y nos encanta cantar todo el día; por otro lado, creo que ella es demasiado competitiva, no le gusta perder y piensa mucho para pedir disculpas, pero es quien comanda la cocina cuando preparamos la cena y sin lugar a dudas es la más tranquila del trío. Por otro lado, la mayor tiene un fuerte carácter, peleamos todo el tiempo, pero simplemente no podemos molestarnos una con la otra, se nota el desequilibrio cuando un par está peleado.
        ¿Qué cosa no les he contado? Quizá tenga esa mala costumbre de contárselos con algo de retraso, pero ya ven cómo soy, hermanas: Complicada y algo reservada. Pero eso muchas veces no aplica a ustedes, tranquilas. De vez en cuando nos molesta que alguna no se una en alguna actividad y, debo confesarlo, muchas veces soy yo... Pero de igual forma nos llevamos muy bien.
         El hecho es que son mis mejores amigas, mis compañeras, confidentes, hermanas en fin. Gracias por todo. 

"En mi casa, si te metes con una, te metes con tres."

Me gusta...

    Él me miraba como intentando descifrar un gran problema matemático, y siendo él un amante de la poesía, de mente poco lógica y -dicho por él mismo- "enemigo a muerte" de las tres marías, imagínense ustedes cómo lucía su expresión. 
    Por otro lado, yo me mantuve callada, en parte ignorando su incertidumbre, prestándole más atención a mi libro de Amado Nervo y su trágica historia de amor con aquella francesa.
    De un momento a otro, quizá para él el silencio se hizo insoportable y, repentinamente, dejó escapar aquella breve, pero complicada pregunta:

- A ti, ¿qué es lo que te gusta entonces?

    Le miré, en parte comedida, en parte atrevida, y solté aquella infinita repuesta:

- A mí me gusta que me hagan reír. Me gusta hacer reír también, ¿por qué no? También me gusta preparar un dulce por la tarde, de vez en cuando y cuando tengo ganas. Me gusta ir al cine en la noche, comer cotufas hasta que ya no hay espacio para la cena. Me gusta la lluvia, tanto como me gusta esto - y, haciendo un movimiento de manos, le mostré mi grueso libro de poesía clásica-. Me gusta escribir, de hecho eso es lo que más me gusta de todo... aunque la música también me fascina, el sonido del piano, la música en vivo, las escaleras con forma de caracol, los balcones me llaman mucho la atención. ¡Me encanta lo antiguo y su historia! Me gustan los regalos creativos, la tinta negra, los viajes improvisados. Me gusta probar nuevas cosas, tomar fotos y que me las tomen. Me gusta lo desconocido del primer beso, lo inesperado de las sorpresas, me gusta conocer las razones que impulsan una sonrisa. Me gusta peinar mi cabello, comenzar la mañana con los audífonos en los oídos. Me gusta el color verde. Me gusta ser diferente al momento de vestir, tanto como me gustan los cuadernos vacíos y las brisas de viento. Me gusta lo dulce. Me gusta el hombre trabajador, divertido, elocuente, ¡apasionado! Me gusta cómo suena la guitarra cuando el guitarrista deja de tocarla. Me gusta bailar, aunque no me salga del todo bien... me gusta usar las camisas de mi papá para dormir. Me gusta el cuarto menguante y la palabra "inescrutable". Me gusta leer y escribir, ¿ya te lo dije? Es que eso es lo que más me gusta. Me gusta la creatividad, crear nuevas ideas, ir de paseo, mirar la luna, escrutar el cielo, oler la lluvia, soñar un montón, me gusta conocer nuevas palabras. Me gusta el peluche con el que duermo, ver series coreanas, dormirme a las tres de la mañana, dejar mensajes en el espejo del baño cuando el calor los empaña. Me gusta releer lo que escribo. Me gusta mi signo del zodiaco. Me gusta dibujar la clave de sol. Me gusta el cabello negro, la música en español, el reggae y un poco de rock. Me gusta desafiar con la mirada, las faldas, el delineador negro, el cabello enredado, escribir en mi diario. Me gustan los mustang, por más incómodos que sean. Me gusta ver el fútbol y gritar de rabia y de alegría. Me gusta cuando la inspiración ataca y el sonido de la máquina de cocer. Me gusta el olor a café y bebérmelo también. Me gusta planificar. Me gusta la comida de mi mamá. Me gusta Asia. Me gusta dibujar. Me gusta que me pregunten de dónde viene mi nombre, tanto como me gustan los animales. Por cierto, ¿ya te dije que me gusta escribir?

    Su rostro se tornó satisfecho, y aunque mi garganta estaba seca, de repente sentí un grato alivio en el pecho: Al fin había logrado yo aclarar sus dudas.

viernes, 10 de agosto de 2012

... De la vida.

No es llegar a su vida y robarle el aliento lo que pretendo, es todo lo contrario: quiero dejarle todo el aliento necesario para que suspire por mí.

Embriagadas.

Esta noche he decidido brindar por la soledad, con la soledad.
Esta noche no impuse límites. Destruí muros, deshice barreras.
Esta noche, embriagadas la soledad y yo,
embriagadas por el silencio, sometidas ante la obscuridad,
obligadas al complemento, al compañerismo.
Esta noche tan sólo, mientras se aligera la carga,
mientras busco las llaves y dejo entrar una sonrisa.
Sólo por hoy, cuando aún se considera un placer la embriaguez,
sólo por hoy... seremos amigas.

... Imágenes: Escribiendo.

Cuando escribir es más
importante que peinarse...

viernes, 3 de agosto de 2012

Esto es entre mi dolor y yo.

    Entre triste y monótona, hoy sucumbo al silencio del alma. La soledad poco a poco va consumiendo mi espíritu y a veces me siento que decaigo un poco, mientras que la superficie luce cada vez más lejana. El fondo, ese lugar vacío y lúgubre, luce más cercano a mí, más familiar, como si de repente y sin planes previos, hubiera yo decidido habitar allí. He aprendido a disfrazar tan bien mi tristeza, que para todos aquellos que me rodean es insospechada e inexistente, y de nuevo río ante el dolor de la ironía que me recuerda que, mientras para ellos hay luz en mi sonrisa, para mí hay dolor en ella, además de una aguda falsedad que he ido perfeccionando con el tiempo.
  No me gusta la lástima, y aunque escondamos tal sentimiento con comprensión y benevolencia, soy de esas personas que la percibe como algo que no puede ser ocultado. Por ello, hoy derramo lágrimas fugaces en silencio, cuidando que nadie entre por mi puerta sin antes tocar y me descubra sumida a mitad del vacío, con el rostro empapado, las manos agrietadas, los ojos hinchados y miles de dolencias más. De igual forma no creo que esa persona, sea quien sea, se percate de mi estado, pues parece no importarles nada que a mí afecte.
    Hoy por hoy, me refugio en la clandestinidad de cada escritor y hago uso de mis palabras para darle una causa a mi tristeza, y qué mejor causa que la que se deriva de la escritura real que brota de mis manos inexpertas, ¿qué mejor causa que la de escribir un buen diario con el dolor de una joven acostumbrada a la felicidad?

... lo único valioso de naturaleza perceptible 
que puede ser extraído
del dolor,
es un buen poema.

jueves, 2 de agosto de 2012

... De la vida.

Agosto será el mes de todo, 
menos del Amor.