miércoles, 29 de septiembre de 2010

... De la vida.

Lo prohibido es perfecto.

Allá afuera.


Pasos débiles que se arrastran sobre el suelo, caricias vívidas que arrasan con mi voluntad, miradas estrechas que terminan de confundirme, llamados muertos sobre la hora pautada. Ya no hay bailes, se acabaron los besos, se marchitaron los te quiero, acabaste con lo nuestro.
Pero aún sé que, más allá de mi agonía, hay alguien afuera que desea arreglar lo que descompusiste. Pero sé que, más allá de esta absurda soledad, hay alguien que me quiere acompañar. Pero aún guardo la sabiduría, y entiendo que allá afuera, puede ser un total desconocido, me aguarda el hombre que éstas lágrimas mías quisiera secar. Dejaste de ser tú desde que, cada mañana al despertar, ignorabas la maravilla de amanecer juntos.
Pero sé que, más allá de este luto de romanticismo en el que me has dejado, hay alquien que guarda besos y sentimientos para mí. Lo sé. Pues tú lo arruinaste todo, mataste la relación, me dejaste ver qué hay más allá.

martes, 28 de septiembre de 2010

Teoría.

He oído hablar tanta basura del amor, que puede estar afectando ya mis ideas. La retórica constante de un comienzo maravilloso y un final terrible me persigue con sólo escuchar latir mi corazón. Resulta que convirtieron un sentimiento hermoso en un virus que, cuando ataca al "desafortunado" lo prepara para una serie de escenas terribles y ánimos venáticos que no podría controlar, así lo quisiese. Sé de las comparaciones que le asignan, empezando desde un error, hasta las drogas, pasando de algo irrelevante como un juego de cortejos a una obsesión enfermiza y dañina, algo que, en un sentido ambiguo y hasta multifacético, puede andar por cada uno de nuestros sentimientos: desde la más pegadiza y contagiante alegría, hasta la más arrebatadora miseria que pueda experimentar el ser humano. No podía creer eso, mi concepto del amor era sano, por así decirlo, algo inocente, pero agradable; mi estudio no había tenido la oportunidad de ser certificado por el arrebato de la experiencia o el sentir vívido del sentimiento hablado, mi teoría era, más que eso, una fantasía. Supongo que hacerme esa idea desde que tengo uso de razón lo empeoró todo para cuando el amor de verdad tocó a mi puerta. Ya no tenía voluntad para negativas, y mucho menos tiempo para una preparación anticipada, pues el amor es así, se divide en tres acontecimientos: La llegada, que suele ser improvista. El noviazgo, que es, en pocas palabras, la muestra de lo que se siente, peleas que enamoran y la prueba para el tercer acontecimiento. El matrimonio, que es la entrega completa de cuerpo y alma, y la dependencia hacia la persona que se ama; el matrimonio es el último paso de la unión amorosa, después, si se es atento, siguen los detalles y los Te Amo esporádicos. Sólo tres cosas acaban con el amor, a mi parecer: El tedio, la rutina y la falta de pasión.

sábado, 25 de septiembre de 2010

... De la vida.

Causas revuelo, con tu cuerpo lleno de confianza y tus aires de misterio.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Sospechas.

Tengo leves sospechas de que esto se está volviendo una enfermedad, que, aunque es indolora, te deja el alma luciendo diferentes aspectos y al corazón modelando varias tonalidades. No siento miedo, sólo energía, por que lo sé, tengo una leve sospecha de que esto se está tornando peligroso, de que traerá problemas, de que puede ser obsesivo, pero que también puedo disfrutarlo, aprovecharlo, quererlo. Creo que todo ha empezado a tornarse complicado, dudoso, como si pendiéramos de la cornisa de un alto barranco.
Mirándonos, abrazados, besándonos, cada verbo es problemático, sólo un movimiento podría acabar con todo. Siento leves sospechas de que, en un futuro, te extrañaré, que un mar de lágrimas descenderá por mis mejillas, que se quebrará nuestra unión.
Lejos, tristes, intangibles, prefiero pedirle al tiempo que nos ayude a huír juntos, a que me ayude a huir de mi tristeza.
... Sólo son leves sospechas.

jueves, 16 de septiembre de 2010

DIARIO 12: Un dato sobre hombres y mujeres.

"Un hombre quiere ser el primer amor de su amada. Una mujer quiere que su amado sea su último amor"
Comenzaré diciendo que yo no escribí esa frase, pero en el justo momento en que la vi quise exponer mi opinión, y qué mejor lugar que mi Blog para esa finalidad.
La creo muy cierta, en su justo uso de palabras; ya que es clara y concisa.
Tengo muchos amigos hombres, y, a lo mejor ellos ni siquiera lo tomen en cuenta, pero le presto mucha atención a su comportamiento, ya que ser mujer es igual a sentir curiosidad por el comportamiento de los hombres y al revés. En fin, como iba diciendo, mis amigos son tan naturales como una tarde soleada en Venezuela y, puedo decir, con un porcentaje alto de seguridad, que sí, es efectivo, los hombres prefieren mujeres que no tengan un "historial romántico", aunque esa característica no los detendría a la hora de acercarse. Claro, que conseguir en estos días una chica así es muy improbable, talvez si tienes cinco años y planeas sólo probar qué se siente, pues dudo una unión desde tal edad.
Por otro lado, ya dije que tenía amigos hombres, debo decir que soy mujer y ahora sí, con toda la seguridad que poseo por representar a mi género, puedo decir que, efectivamente, las mujeres deseamos encontrar un hombre y que ese sea para siempre.
Aunque, de igual forma que los hombres y su improbable fantasía, en estos días es casi imposible -ya que no desapruebo un milagro, jajaja- que eso le suceda a una chica, pero ignoramos el pesimismo y sé que, como yo, muchas esperan que algún día tal "tontería" se haga realidad.
¡Aún yo! Que no soy nada romántica, sino es sólo para escribir poemas e historias. Debo confesar que no sé de dónde salen esas palabras apasionadas que creo, pero que, a pesar de sonar como una contrariedad, me encantan.
Por ahora, sólo se puede saber que hombres y mujeres son...
DISTINTOS, DIFERENTES e IMPERFECTOS.
He dicho punto y final.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Que tanto nos parecemos.


Tú, que siempre te detienes a mirar, mas no a observar. Tú, que andas por la vida y sólo tocas, mas no sientes. Tú, que oyes, en vez de escuchar. Tú, que inhalas y no exhalas. Tú, que sólo quieres y no te detienes a pensar en el amar. A ti, que ver más allá se te complica, que parece que tus pupilas sólo viven en la oscuridad, tus manos en ausencia, tus sentidos en desuso. Tú, que no comprendes qué se siente besar, que todo lo ves como un gusto. Tú, eres ese mismo hombre indiferente, que no hallas las verdades en tus deseos, que te prohíbes apropósito el respirar y no admiras las fragancias, pero sí los olores. Tú, que te aseguro que no has sabido sentir la respiración de una mujer cerca de tu rostro o el aura del amor cerca de tu corazón. Tú, que envolviste tu alma en piedra para no dejar entrar a terceros. Tú, que tanto te pareces a mí.

jueves, 9 de septiembre de 2010

... De la vida.

"Nunca debes sentirte culpable del amor".
Frase de mi obra, T.

... De la vida.

"Una mujer necesita saber lo que siente un hombre, y un hombre necesita saber lo que una mujer necesita".
Frase de mi obra, A. Q. E. E.

lunes, 6 de septiembre de 2010

... Curiosidades.

"Sólo espero que seas lo que presumes cuando nos enfrentemos"
Oí esa frase y al segundo me pareció muy buena, fuerte, dominante, llena de seguridad. Me gustó. Siempre anoto esas frases que me agradan y ésta me pareció interesante.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Música para el adiós.


Esto ha dejado de tener sentido. Vas, vienes, no regresas un mes, los tres días que estuviste no significaron nada, lo he olvidado todo. ¿Cómo continuar? No podemos así, si te vas, si te dejo de ver, si dejo de saber de tí. Esto ya no puede continuar, estás ausente en cada beso, presente en cada adiós. No te conozco y sé que, de esta manera, ésto ya no puede continuar. ¿Para qué? Si nos hacemos daño y has olvidado las fechas importantes, deja de darle cuerda a tu guitarra, apártate de la música y sé real. No sigas tocando las notas que me hieren el corazón, las melodías que me recuerdan tu ausencia, los acordes que son mi maldición, deja de tocar esa canción que ya es tu obsesión. Esto ya no va para ningún lado. ¿Por qué? Por que quieres a la música más que a tí mismo y eso te bloquea el ver a los demás. Esto ya es un juego sin final. Corres, caminas, pero siempre al final te vas. Siempre me tocas esa última nota de despedida.
A veces sucede, ¿no?

viernes, 3 de septiembre de 2010

De la vida...

A veces los finales felices no son felices para todos.
AP

No dejen nunca de extrañarme.

Mi habitación, vacía, inmaculada, recargada con recuerdos y experiencias. Su luz tenue que alumbra más que el sol, que me deja ver sus pasillos, sus estantes repletos de recuerdos de mi niñez y es allí donde quiero quedarme a llorar la nostalgia, la melancolía, pues el adiós es distinto, es difícil emprender nuevos caminos, desprenderse de lo que has conocido desde que eres un niño. La despedida, el crecer, es una prueba que debo hacer. Es el tiempo que me ha hecho crecer, ver, sentir, querer. Cuando me vaya, por favor, llámame cada minuto y no dejes de expandir cada mañana las persianas en mi ventana, para que el sol aún recuerde que siempre será bienvenido, aunque su luz no es como la de mi lámpara. Jamás dejaré de visitarlos, subiré en mis recuerdos los escalones que me dirigían al sótano y jugaré allí como en mi infancia solía hacerlo. Es tan difícil, distinto, esto de irse tan pronto para ser alguien listo e inteligente, es esto todo tan complicado. No dejes nunca, por favor, de echar un vistazo en mi cuarto, de ordenarlo aunque lo dejé inmaculado, de extrañarme al no verme sobre la cama escribiendo o sobre el escritorio dibujando, haré lo mismo en la Universidad. No llores tanto que el tiempo es oro y mi última imagen deseo sea feliz. No olvides que me gusta que me extrañen, por eso te dejo sobre mi almohada mil bendiciones, mamá. Trescientos besos, papá y todo mi amor en general.

Paranoia

Paranoia, el tiempo ha empezado a faltarme, el aire mismo parece ahogarme, mi cuerpo carece, mi espíritu arde. Paranoia, pareces andar con la noche de su mano, llegas con ella y te vas con ella, te robas mi tranquilidad, succionas mi concentración; mis ojos parecen no hallar tranquilidad. Paranoia, parece que has venido en mi rescate, pasando por encima de mis deseos, llevándome del terror e introduciéndome en las ideas, esas mismas retorcidas ideas que se esclarecen cuando la luz llega, que tan taciturnas con mi espíritu juegan. Paranoia, tus ojos brillan con la luz retratando, las estrellas como marco y mi cuerpo se alegra. Paranoia, el tiempo ha empezado a faltarme, la noche es tu templo, pareces ir de su mano, no me visites, no te me presentes, olvida todo. Paranoia, el aire mismo parece asfixiarme, es tu condena, es mi castigo padecerte.
Por que... ¿a quién no le intimida aunque sea un poco la oscuridad?

Mi condena


No voy a permitir que la distancia nos separe, no dejaré al viento adueñarse de nuestro amor, ni siquiera voy a poder pensarte sin antes darme cuenta del espacio que dejó tu adiós, sin que las lágrimas se cuelen por mi rostro como un castigo. No permitiré al tiempo dejar desaparecernos, ni esa última mirada tuya que me hizo sentir tu enemiga. El tiempo a dictado su sentencia, mi reloj ha empezado a parecerme insoportable, pues sé qué pasó, pues sé que fui yo, entiendo que es mi culpa, pero no entiendo a mi corazón. No voy a permitir que el tiempo guarde en su memoria una relación que no fue nada. No voy a permitir que unos cuantos kilómetros sean nuestro juez, pues no acabó. Pienso tanto en ti, algún día podría regresar, sacarte de ese lugar en donde tan tontamente te metí, hacerte recordar, pues la distancia no es nuestro fin, recuerdo haber dicho que ella era mi mayor problema y esa fue mi condena, junto a mis labios tercos y mi corazón sin sentido, esas palabras que hoy me condenaron a una distancia que nos separa, un largo camino que nos ha definido. No voy a permitir que unos cuantos metros de más sean los testigos, las razones, los motivos. Pienso ir por ti, planeo arrepentirme luego, sé que voy a olvidar, sólo dame tiempo, pero no alargues más esta distancia, ¡qué distancia! Mi condena.